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Antes de la universidad.

—¿Sabes qué tienes que hacer? —Namin hablaba con Jungkook en la hora de comida de su trabajo.

—¿Qué? —preguntó de mala gana.

Jungkook perdió la fé cuando todos sus intentos de acercarse a Jimin se convirtieron en frases como: "Oh, no está en casa, salió con Taeyong." "Se está arreglando para salir con Taeyong." "Puedes pasar, Taeyong y papá están dentro."

Todo era Taeyong, y ese nombre ya le comenzaba a fastidiar.

—Dejar de estar así de odioso —le dio un golpe en la mejilla, haciéndolo quejarse—. Y buscar la forma para que estén solos sin Taeyong de por medio.

—¿Y cómo carajos consigo eso? —alzó la voz—. Esos dos parecen estar pegados. Siempre juntitos en todos lados y todas horas —rodó los ojos—. Si tan sólo me hubiera ido a quejar con el gerente ese día, otra historia sería —suspiró con fuerza, como si un gran peso estuviera sobre sus hombros.

—¿Puedes dejar de hacer berrinche y escuchar mi idea? —insistió la castaña, dándole un golpe en la nuca.

Jungkook acarició la parte afectada, quejándose del golpe que no fue tan ligero.

—¿Qué?

✧✦✧

—Bien, ahora dame el número —pidió Jungkook mientras estaba sentado en el sofá de su casa.

El celular en mano, y Jongsuk al lado.

Jongsuk le dio el celular, mostrándole el chat con Jarin, donde le contaba lo que su papá le propuso, y donde abajo estaba el número de Jimin.

Lo tecleó y guardó en el suyo, su dedo tembló al darle al icono para llamar.

Cuatro toques bastaron para obtener respuesta al otro lado de la línea.

—¿Diga? —su voz más ronca de lo normal. Un truco que hacía para las llamadas de números desconocidos.

Cómo Jongsuk estaba a su lado, debía seguir con su formalismo.

—¿Señor Park? Buen día, soy el padre de Jongsuk. Jarin nos envió su número por algo que queremos hacer.

Escuchó una puerta cerrarse al otro lado de la línea. Seguramente encerrándose en su habitación.

—¿Qué quieren hacer, Jungkook? —un tono neutro.

Jungkook se sentía aliviado desde que Jimin dejaba de ser tan duro con él, aunque, en cierta forma le molestaba porque conocía la respuesta a ese cambio de actitud.

Taeyong, su novio.

Porque sí, habían formalizado una relación en la tercera cita. Jarin llegó muy emocionada a su casa para contarle a su novio, y bueno, Jungkook estaba pasando por ahí y escuchó esa plática.

—¿Ves que Jarin y Jongsuk están a dos semanas y media de entrar a la universidad?

...

Jungkook apretó sus labios, conteniendo su gran sonrisa. Pasó su dedo índice por encima de su pantalón, en su rodilla.

—Amm... Jongsuk y yo teníamos planeadas unas vacaciones —había ensayado eso toda la mañana, para no delatarse frente a su hijo si se ponía nervioso—. Jongsuk quiso invitar a Jarin, pero es un poco lejos... supongo que vas a querer ir también para acompañarlos. Ella la sabe.

La risa de Jimin llenó la línea.

Como si quisiera evitar que hagan algo que ya sé que hacen cuando no estoy en casa. ¿Irás tú?

—Sí.

No tengo problema en que vaya con ustedes. Si tú vas, yo no tengo porque preocuparme. Confío en ti.

Su tono era sincero, y Jungkook no sabía si sentirse halagado u ofendido por rechazarlo de esa forma.

Es que, arruinaba su plan.

—S-Sí pero... —buscó alguna buena excusa en su mente, mientras salía al jardín para poder hablar libremente con Jimin—. C-Creo que también te puede servir para despejarte un poco. Es un viaje de una semana y media, Jimin. Jongsuk me contó que Jarin le dijo que ustedes no han salido de vacaciones hace algunos meses.

Jungkook...

Supo qué arma maestra usar.

—¿Quieres desperdiciar las pocas semanas que te quedan con tu hija para tu solo? Recuerda que después todo serán tareas y proyectos de universidad.

El silencio llenó la línea por al menos dos minutos. Poniendo los pelos de punta a Jungkook.

Es que ellos merecen su tiempo a solas.

—Y lo tendrán. Solo es aprovechar la oportunidad de compartir vuelo y hotel. Lo demás será sólo de ellos. Yo me iré por mi lado, ellos por el suyo, y tú por el otro.

«O tal vez tú y yo por el mismo.»

¿Ustedes se están encargando de todo eso?

—Sí —sonrió.

Envíame tu número de cuenta y el monto, para mandarte lo mío y lo de Jarin.

Jungkook dio una fuerte pisada al piso, con emoción. Estaba hecha la primer parte de su plan de emergencia.

No dio brincos y bailes porque si Jongsuk lo veía, se burlaría de él.

—¿Jungkook? ¿Sigues ahí?

Por lo mismo, había olvidado que seguía en llamada con Jimin.

—Sí, sí. En unas horas te envío todo —mordió su labio—. Gracias.

Gracias a ti.

✧✦✧

Preparaba sus maletas, pues Jungkook le avisó que dentro de dos días era su viaje, contaba con la compañía de Taeyong.

Lo ayudaba pasándole las prendas dobladas, Jimin se encargaba de acomodar sus cosas de una buena y organizada forma.

—¿Y te vas a ir dos semanas? —el pelinegro formó un puchero que hizo reír a Jimin.

—Una semana y media, Tae —guardó otra prenda—. El papá de Jongsuk tenía razón cuando me recordó que me quedan pocas semanas con Jarin, sería algo lindo pasarlas de vacaciones. También las necesito —sobó su cuello—. Tantos diseños que hacer en poco tiempo me tienen muy estresado —ladeó su cabeza.

«Y otro tipo de estrés con nombre y apellido.»

Taeyong se puso de pie, hasta estar detrás de Jimin. Apoyó sus manos sobre sus hombros, dando pequeños apretones en forma de masaje, intentando desesntensar sus músculos.

Jimin suspiró por el agradable contacto. Sí, debía relajarse y sería bueno en esas vacaciones.

Pensaba en tan solo nadar en la piscina del hotel, pasear por las noches y relajarse gran parte de la mañana y tarde en la playa. Recostado en un camastro, escuchando el sonido del mar. Era todo lo que necesitaba.

—Te lo mereces —besó su mejilla.

Jimin asintió.

—Mhm... —echó su cabeza hacia atrás. Tocando el hombro de Taeyong.

Vio su sonrisa emerger.

—¿Y si voy contigo?

—¿Cómo?

Taeyong asintió.

—Jarin va a estar con Jongsuk, ¿no? —Jimin asintió con la cabeza, separándose de su hombro—. Y Jungkook y tú por su lado cada quien.

—Sí.

—Puedo acompañarte. Así no pasas esa semana solo —lo tomó a la cintura, dándole una vuelta para tenerlo de frente.

—Tendrías que hablar con el señor Jeon —se encogió de hombros. —Hazlo cuando llegue, seguro viene junto a Jongsuk para dejar a Jarin.

Taeyong asintió lanzándole un beso, acariciando su cintura.

Y Jimin, bueno, él no sintió nada por esas caricias.

El sonido del timbre fue quien los separó. Jimin se deshizo de su agarre con facilidad para ir a la puerta y abrirla.

Taeyong iba detrás de él, con una sonrisa en sus labios. Él creía que todo estaba yendo de maravilla con Jimin.

Jarin le dedicó una sonrisa tímida a su padre. Jimin entrecerró sus ojos.

—¿Y tus llaves?

—Las olvidé, tuve que salir rápido, Jongsuk ya esperaba fuera.

Jimin rodó los ojos haciéndose a un lado. Jongsuk y Jungkook estaban detrás de ella, con una sonrisa.

—Hola, Taeyong —Jarin saludó al pelinegro, dándole un beso en la mejilla.

—Hola, Taeyong —saludó igual Jongsuk.

Jungkook no dijo nada.

Los ojos del rizado se intercalaron entre Taeyong y Jungkook, recordando lo que su novio dijo en el piso de arriba hace unos minutos. Recargó su cabeza en la puerta, y miró directamente a Jungkook.

—Señor Jeon —Jungkook mostró total atención en él. Incluso sus facciones se suavizaron, en comparación a la forma cuando veía a Tae—. Taeyong acaba de decirme que le gustaría unirse a ese viaje, para que lo pueda contemplar en sus planes —pasó su lengua por sus labios—. Le envio su número de cuenta para que pueda transferirle el dinero necesario.

Jungkook negó con facilidad en cuanto terminó, aunque quiso hacerlo desde que escuchó el nombre de ese idiota junto a la palabra "viaje".

No, él no podía arruinar sus planes con Jimin. Esa era su oportunidad, no la del mesero.

—Uh, es que ya compré los boletos de avión y reservé las habitaciones en el hotel —torció su labios y rascó su nuca con fingida preocupación.

Taeyong negó y guiñó su ojo.

—No importa, yo puedo hacerla. ¿En qué hotel es?

«¿No entiendes que no quiero que vayas, imbecil?»

Se decidió arriesgar, mintiendo al menos respecto al hotel.

—Todas las habitaciones ya están reservadas —Jimin no paraba de morder su labio por dentro—. Y del avión igual, tampoco creo que haya más vuelos disponibles. Temporada alta, todo debe ser hecho desde antes, lo siento Taeyong.

«Que no pregunte el nombre, que no pregunte el nombre.»

El pelinegro se encogió de hombros, una sonrisa torcida que volvió a una feliz. Jungkook frunció su ceño, Jimin igual.

—Bien, tal vez me tardé un poco. Diviértanse, Jungkook. Tú igual, lindo —besó los labios de Jimin. Un movimiento pequeño y muy corto si no fuera porque el rizado echó su cabeza hacia atrás, evitando más contacto.

Jimin trataba de que Jungkook no presenciara ese tipo de demostraciones de afecto entre ambos. Le incomodaba. Sentía que hacía algo mal.

Jungkook tan sólo rodó los ojos con fastidio.

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